Si tienes niños pequeños en casa, seguramente conoces la historia del Ratoncito Pérez, el famoso personaje que se lleva los dientes de leche de los niños y les deja una moneda a cambio. Si quieres hacer que la visita del Ratoncito Pérez sea aún más especial para tus hijos, una buena idea es construir una puerta para que pueda entrar y salir de su habitación. En este artículo te mostramos cómo hacerlo de manera sencilla y rápida.
¿Dónde guarda el Ratón Pérez los dientes de los niños?
El Ratón Pérez es un personaje muy conocido en la cultura popular infantil, especialmente en España y Latinoamérica. Se trata de un ratón mágico que visita a los niños después de que se les caiga un diente de leche, para llevarse el diente y dejar un regalo a cambio.
Pero, ¿dónde guarda realmente el Ratón Pérez todos esos dientes de los niños? La respuesta es sencilla: en su casa. El Ratón Pérez tiene su propia casita, donde guarda todos los dientes de leche que ha ido recolectando a lo largo del tiempo. Esta casita suele estar ubicada en un lugar secreto, al que solo el Ratón Pérez tiene acceso.
Si quieres hacer que la visita del Ratón Pérez sea aún más especial para tus hijos, puedes construir tu propia puerta del Ratón Pérez. Esta es una pequeña puerta que se coloca en la pared, a la altura del suelo, y que sirve como entrada para el Ratón Pérez. Aquí te explicamos cómo hacerla:
Materiales:
– Madera fina (puede ser contrachapado o DM)
– Sierra de calar
– Lija
– Pintura acrílica
– Pincel
– Cola blanca
– Tornillos
Pasos:
1. Dibuja la forma de la puerta en la madera fina y recórtala con la sierra de calar. Puedes hacerla con la forma que más te guste, pero suele ser una puerta redonda o con forma de arco.
2.
Lija los bordes de la puerta para que queden suaves y sin astillas.
3. Pinta la puerta con la pintura acrílica del color que prefieras. Puedes decorarla con detalles como flores, estrellas o el nombre del niño o la niña.
4. Deja secar bien la pintura antes de continuar.
5. Aplica cola blanca en la parte trasera de la puerta y pégala en la pared, a la altura del suelo. Asegúrate de que quede bien nivelada y que no se mueva.
6. Deja secar la cola durante unas horas antes de abrir la puerta del Ratón Pérez.
Con esta pequeña puerta, podrás crear una experiencia mágica para tus hijos y hacer que la visita del Ratón Pérez sea aún más especial. Y ahora que sabes dónde guarda el Ratón Pérez los dientes de los niños, podrás imaginarte su casita llena de pequeños tesoros.